lunes, 14 de marzo de 2016

La marioneta que cortó sus cuerdas


La Marioneta que cortó sus cuerdas


Yo para él era una marioneta a su lado, un ser sin voz, el trofeo que enseñar a sus amigos, ese adorno bonito que hacía juego con sus trajes elegantes. Me decía como debía comportarme, lo que ponerme y cuando tenía que hablar, mi vida entera estaba completamente a su servicio. No  contento con eso me maltrataba tanto física como verbalmente cuando le venia en gana. 
Aquella noche llegó enfadado a casa, comenzó a pegarme sin razon alguna  insultándome con saña, simplemente no lo aguante más, le lance mi zapato con rabia para defenderme, el tacón se le clavo en  un ojo, aturdido y dando un traspies fue a dar contra el pico de la mesilla de noche. Ahora, señor juez, encarcéleme si quiere, se que hice justicia, no volverá a dañar.

Marie R. Antibón
  

4 comentarios:

  1. Un tema candente, expresado de manera magistralmente condensado

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    1. Terminemos con situaciones como esta y digamos no todo tipo de violencia. Muchas gracias Claudio.

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  2. Es tu obra humana, trascendente y hermosa. Fruto de tu esfuerzo creativo imperecedero que siempre destaque desde la primera vez que charlamos. Sigue, adelante. Un abrazo.

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